Capítulo
8
Programa
Diario de Actividades
LEVANTARSE TEMPRANO
Referente
a la hora de levantarse de la cama, un escritor ha descrito el asunto así: El hábito de levantarse temprano es general en Palestina. El clima lo hace
una necesidad la mayor parte del año, siendo tal el calor que los trabajos
pesados son opresivos una hora después de la del sol. Al amanecer los
trabajadores van al desempeño de sus obligaciones, y los viajeros temprano
emprenden su camino".
Muchos
pasajes bíblicos indican la costumbre de levantarse temprano que se practicaba
en aquellos días. El libro del Génesis menciona una ocasión en que "Abraham
se levantó muy de la mañana" (Gén. 22:3). El libro del Éxodo nos dice
que: "Moisés se levantó temprano (Exo. 34:4). Las Sagradas
Escrituras nos dicen que Job Levantábase de mañana" (Job. 1:5). De
las gentes que deseaban oír las enseñanzas de Cristo, dice Lucas: "y
todo el pueblo venía por la mañana, para oírle en el templo" (Luc.
21:38). Y Marcos dice de Jesús, "y levantándose muy de mañana, aún muy
de noche, salió y se fue a un lugar desierto, y ahí oraba" (Marc.
1:35). Otros ejemplos de levantarse temprano en tiempo de las Escrituras,
Podrían citarse.
LAS
MUJERES MUELEN EL GRANO
El
primer sonido que alegra el oído temprano en la mañana en muchos pueblos
palestinos, es el de la molienda del grano. Actualmente, como en los años
antiguos, muchas de estas gentes usan molino de mano con este propósito. Un
viajero que pasa frente estos hogares humildes oye el ruido del molino de mano
en la mañana y en la tarde, Este ruido de la molienda no es precisamente
musical, pero así a muchos les gusta dormirse oyéndolo. En la mente de las
personas que viven en el Oriente, este ruido lo asocian con el hogar, el
confort y la abundancia. Las mujeres son quienes hacen esta tarea,
principalmente temprano por las mañanas, requiriéndose algunas veces trabajar
hasta el medio día para terminarlo.
Cuando
Jeremías lanzó juicio sobre Israel por sus pecados, dijo con referencia a lo
que Dios quería de ella: "Y haré que perezca de entre ellos voz de gozo
y voz de alegría, voz de desposado y voz desposada, ruido de muelas" (Jer.
25:10). De esto puede inferirse que el ruido de estos molinos de mano es una
indicación de actividad y vida, y su ausencia puede ser signo de suma
desolación.
Las
referencias bíblicas a los molinos de mano son fieles a las costumbres
Orientales. El trabajo es de los sirvientes si acaso la familia dispone de
ellos; si no, las mujeres lo ejecutan, porque los hombres lo consideran muy
humilde, y ellos no ejecutan tareas serviles. La parte del juicio sobre Israel
es la destrucción de Jerusalén por el enemigo. "Llevaron los mozos a
moler" (Lam. 5:13). Y los filisteos castigaron a Sansón de esa manera,
porque se dice de él, "que moliese en la cárcel" (Jue. 16:21).
Aun
cuando hay molinos de mano sencillos para usarlos una sola persona, es común
que dos mujeres trabajen en uno juntas. El molino está· compuesto de dos
piedras de cuarenta y cinco a sesenta centímetros de diámetro. Las mujeres se
sientan a él poniéndose la una frente a la otra. La piedra superior se mueve
sobre la inferior impulsada por una manija que es halada alternativamente y
empujada. Este es el proceso que se sigue, según Anis C. Haddad, en Palestine
Speaks: "La piedra superior da vueltas en derredor de un pivote de
madera en el Centro de la de abajo. El agujero de la piedra superior para el
pivote está· en forma de embudo para recibir el maíz, el que es puesto por
ambas mujeres dentro, según se requiere. La harina que va saliendo de entre las
piedras se recoge en una piel de oveja puesta bajo el molino".
Job
habla de un corazón "fuerte como una piedra, y fuerte como la muela de
abajo" (Job 41:24). El Dr. Thompson dice que la piedra inferior del
molino no siempre es más dura que la superior pero él ha visto la muela hecha
de una lija muy compacta y gruesa, mientras que la piedra superior era de lava,
sin duda, porque siendo muy ligera, es más fácil hacerla girar en derredor con
la mano.
TIEMPO
PARA LAS COMIDAS
Las
comidas no siempre se sirven al mismo tiempo en el Oriente, y la naturaleza de
las comidas varía en las diferentes regiones. Este mismo fue igual en los
tiempos bíblicos. En general debe de ser que los hebreos daban solamente dos
comidas, el almuerzo y comida. La hora para el almuerzo varía desde temprano en
la mañana hasta el mediodía. Jesús le sirvió el almuerzo a un grupo de
pescadores hambrientos temprano en la mañana (Jn. 21:12).
Al
comentar las negligencias de los guardas del rey Eglón 3:24), Josefo el
historiador judío dice: "Era tiempo de verano, medio día, cuando los
guardas no estaban en su puesto, tanto el calor, como porque habían ido a
comer". Se llama la atención al hecho de que la palabra que Josefo usa por
"comida" es una pala que quiere decir "almuerzo" como se
usa en el Nuevo Testamento. Se desprende de esto que el historiador judío da a
entender que algunas veces el almuerzo se servía tan tarde como al medio día,
en tiempo. Sin duda que con frecuencia se servía al medio día. En la parábola
del casamiento del hijo del rey, el mensaje se envió a los invitados, "He
aquí, mi comida he aparejado (Mat. 22:4). La de bodas sería semejante a la
"comida de bodas" inglesa.
Jesús
menciona las dos comidas de los judíos en una exhortación hecha a su
hospedador, "cuando haces comida o cena" (Luc. 14 La comida de
la tarde en muchos casos es la principal, pero siempre; todo dependía de la
naturaleza y lugar de trabajo de hombres. La costumbre en algunas ciudades
modernas de almuerzo entre las nueve y las doce, y la comida por la tarde,
corresponden a las dos comidas de los judíos en tiempos bíblicos.
FABRICACION
DE TELAS Y HECHURAS DE VESTIDOS
Las
mujeres judías fabricaban las telas para la familia. La lana que usaban
se obtenía de los rebaños. Tenía que hilarse sin el USO de telares modernos.
Referente a este proceso, el libro de los Proverbios en su tributo a la madre
ideal lo describe así: "Aplicó sus manos al huso, y sus manos tomaran
la rueca" (Prov. 31:19). Los antiguos egipcios y babilonios, eran
expertos en tejer, tenían grandes telares, pero la mayoría del pueblo común
palestino usaba telares muy primitivos, y el proceso de tejido era de
necesidad, era lento y tedioso. Por supuesto que no había máquinas de coser o
agujas de acero. Las agujas eran muy toscas y hechas de bronce, y algunas veces
de astillas de hueso que se afilaban de un extremo y con un agujero en el otro.
Se dice que actualmente la mayor parte del hilado en Siria es hecho por mujeres
ancianas.
Da
ocasión a las tejedoras de unirse. Así ellas hilan mientras platican, y algunas
veces mientras comen en un modo informal. Cuando dice la Escritura, "Aplicó
sus manos al huso, y sus manos tomaron la rueca (Prov. 31:19), es lo mismo
que decir, "Ella nunca está· ociosa", o como dirían los sirios, "Su
huso nunca está· fuera de sus manos".
LAVADO
DE TELAS
Las
mujeres árabes, al lavar su ropa actualmente, van a los manantiales, corrientes
de agua, piscinas o canales de riego. Sumergen su ropa, luego la sacan
poniéndola sobre piedras planas, las cuales abundan en Palestina, la golpean
con una cachiporra de medio metro de largo. Acarrean el agua en recipiente de
piel de cabra Y tienen una vasija para enjuagar la ropa. Qué proceso se usó en
tiempos de David, seguramente indica en su oración de su salmo penitencial: "Lávame
más de mi maldad" (Sal. 51:2). Este cuadro viene del proceso del
lavado de la ropa. Alejandro McLaren dice a este respecto: La palabra empleada
es significativa; probablemente quiere decir lavar amasando y golpeando, no
simplemente enjuagando. El salmista está listo a someterse a una disciplina
dolorosa, con objeto de ser limpiado. "Lávame, golpéame, hóyame,
golpéame con malletes, arrójame contra las piedras, haz conmigo cualquier cosa,
si acaso estas sucias manchas son quitadas de los tejidos de mi alma.
El
jabón que se usaba para lavar está· muy claro en las Escrituras. La palabra se
encuentra en las traducciones comunes de libros de Jeremías y Malaquías (Jer.
2:22 y Mal. 3:2). Este jabón era indudablemente un alcalí vegetal. Job dijo: "Aunque
me lave aguas de nieve, y limpie mis manos con la misma limpieza" (9:30).
Este era un alcalí vegetal. Hay en la Biblia dos referencias al alcalí mineral,
el que era llamado nitrato (Prov. 25:20 y 2:22). Esto era probablemente el
"natrón" tan ampliamente usado en Egipto.
LAS
NIÑAS CUIDAN EL GANADO
Entre
los ·árabes beduinos donde los camellos requieren la atención de los hombres,
la tarea de cuidar las cabras es asignada a jóvenes de la casa. Estas
pastorcitas algunas veces tienen dificultades para dar agua a sus ganados, si
acaso los pastores de los rebaños de camellos vienen en uno de sus periodos de
cinco días de pasto sin agua. Las mujeres no son consideradas, a pesar de su
sexo, por estos hombres. La Historia Sagrada nos relata cómo Moisés protegió a
las hijas de Jetro cuando ellas buscaban una oportunidad dar agua a sus
ganados. Una de estas hijas vino a ser después esposa de Moisés (Ex. 2:15-21).
LA
SIESTA DEL MEDIO DIA
Durante
la temporada del verano en Palestina, el tiempo de calor máximo es al medio
día, de las doce a las tres de la tarde, hay cesación de la mayor parte de las
actividades durante ese tiempo en muchas partes de la tierra. Descansan en sus
casas o donde pueden encontrar un lugar apropiado. Las lavanderas y las tiendas
por lo regular cierran sus puertas durante esas horas.
En el
Antiguo Testamento era común este descanso al medio día. El Génesis nos cuenta
que Abraham estaba sentado a la puerta de su tienda en el calor del día (Gen.
18:1). El hijo de Isboset, estaba durmiendo al medio día "el cual está
durmiendo en su cámara la siesta" (2 Sam. 4:5). Y cuando Saúl entró en
la cueva donde David y sus hombres habían sido localizados, él sin duda lo hizo
para dormir su siesta del medio día. "Entró Saúl en ella a cubrir sus
pies" (1 Sam. 24:4).
CONVERSACION
DIARIA
Usar
el nombre de Dios en la conversación. En las tierras anglosajonas raramente se menciona el nombre de Dios en las
conversaciones diarias, excepto por los profanos. Pero entre los ·árabes de las
tierras bíblicas, el nombre de Dios constantemente está· en los labios de
aquella gente. Una persona asombrada exclamar· "Masahallah", es
decir "Lo que ha hecho Dios" Que es la misma expresión usada hace
siglos por Balaam (Núm. 23:23). Si a un hombre se le pregunta si espera hacer
cierta cosa, contestar·, "Si Dios quiere". Esta es la clase de
contestación que recomienda Santiago en su Epístola (Sant. 4:1). Si se pone a
un niño en tal forma que usted pueda admirarlo, la abuela dirá·: "He aquí,
la dádiva de Dios", palabras reminiscentes de la declaración del salmista,
"He aquí, heredad de Jehová· son los hij05" (Sal. 127:3).
Cuando
un agricultor saluda a Sus trabajadores les dice: "Dios sea con
ustedes". Ellos contestaron, "Dios lo bendiga". Estos son
algunos de los saludos usados hace siglos cuando Booz se acercó a sus
trabajadores (Ruth 2:4) - Esas pías expresiones, por supuesto pueden usarse tan
frecuentemente que lleguen a perder su significado, y en los labios de gente
insincera pronto pierden su valor. Pero esas conversaciones forman un gran
contraste con las que se oyen entre los occidentales.
Desde
los días de los patriarcas hasta los de los apóstoles, la conversación diaria
entre los judíos incluye muchas referencias a la Deidad. Sin duda que había
labios insinceros que pronunciaban el nombre de Dios descuidadamente, pero
cuando esta costumbre practicada por gente de Dios. Qué hermosa era! En el
libro de Ruth, encontramos muchos ejemplos de tales conversaciones. Uno de
ellos es, cuando las amigas de Noemí exclamaron: "Bendito sea el Señor.
(Ruth 4:14). Sería bueno que los cristianos modernos usaran el nombre de
Dios en sus diarias conversaciones.
Uso
de lenguaje figurado y expresiones exageradas. La
manera oriental de hablar, frecuentemente es para registrar gráficamente que se
quiere dar a entender, o quiz· demostrarlo.
Lucas
nos da buen ejemplo en su relato de las experiencias de Pablo: "Descendió
de Judea un profeta, llamado Agabo; y venido a nosotros, tomó el cinto de
Pablo, y atándose los pies y las manos dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Así
ataron los judíos en Jerusalén al varón cuyo dueño es este cinto" (Hech.
21:10, 11).
Si
Juan el Bautista hubiese hablado como algunos oradores de Occidente, hubiese
dicho: "Vuestras pretensiones a la virtud y nacimiento, exceden
grandemente vuestra práctica actual de la virtud". Siendo un oriental
legítimo, él dijo: "Generación de víboras ¿quién os ha enseñado a huir
de la ira que vender·? Haced pues frutos dignos de arrepentimiento. Y no
penséis decir dentro de vosotros. A Abraham tenemos por padre: porque yo os
digo, que puede despertar hijos a Abraham aun de estas piedras" (Mat.
3:7-9). El mucho uso de figuras en el idioma en la enseñanza y conversación
hacen del libro un típico libro oriental.
Los
orientales con frecuencia hacen declaraciones que para occidentales parecen
exageraciones inmerecidas. Un hombre dirá otro: "Lo que te digo es cierto;
si no, me corto el brazo o si no, dirá·: "Te prometo esto, y si no cumplo
mi promesa, me sacaré el ojo derecho". En aquellas tierras nadie soñar·
siquiera que tal resolución pueda llevarse al cabo. Esas expresiones
simplemente quieren decir que el que las dice, es persona seria. Los orientales
pueden muy bien apreciar lo que Jesús daba a entender cuando decía: "Por
tanto, si tu ojo derecho te fuere ocasión de caer, sácalo y Échalo de ti: Y si
tu mano derecha te fuere ocasión de caer, córtala y Échala de ti" (Mat.
5:29, 30). Muchas de las expresiones de Jesús deben entenderse a la luz de las
conversaciones diarias de su tiempo.
Aquí
tenemos algunos ejemplos: "Mas os digo, que más liviano trabajo es
pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de
Dios" (Mat. 19:24) -"Guías ciegos, que coláis el mosquito, mas tragáis el camello" (Mat. 23:24) "Y
¿Por qué miras la mota que está· en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la
viga que está· en tu ojo?" (Mat. 7:3). Al leer estos pasajes de la
Escritura, los occidentales deben recordar el afecto de los orientales por la
hipérbole.
Tratando
asuntos delicados en compañía mixta. Los que visitan Palestina de todas partes del mundo, con frecuencia se
ofenden por la manera como en las diarias conversaciones de los nativos, se
incluyen asuntos de los que nunca se hablaría en círculos corteses
occidentales. El oriental considera perfectamente propio hablar acerca de
cualquiera cosa que sea natural en presencia de hombres, mujeres y niños. Y
esto se hace en círculos sociales refinados. Una mujer respetable de la Tierra
Santa no puede entender por qué algunos críticos de la Biblia han condenado la
mención de ciertos pasajes escriturales que tratan asuntos que parecen una
sinrazón para los occidentales. La historia que se relata en Génesis de los
detalles concernientes al nacimiento de los gemelos, Esa˙ y Jacob (Gen.
25:23-26), puede ser relatada en una asamblea en el Oriente, aun con más
detalles, sin venir un sonrojo a ninguno de los presentes. Hace algunos cientos
de años se hacía lo mismo en Inglaterra.
LAS
MUJERES VAN POR AGUA
Tarea
es de las mujeres el ir a traer el agua de los pozos, y manantiales para los
quehaceres hogareños. En la actualidad lo ha en muchas partes en Oriente, de la
misma manera que lo hace cuando los relatos del Génesis hablan de "la hora
de la tarde, la hora en que salen las mozas por agua" (Gen. 24:11) -
Las mujeres entrenan para este trabajo desde la niñez, pues Saúl y su siervo
hallaron unas mozas que salían por agua" (1 Sam. 9:11). El mejor
tiempo para este trabajo era por la tarde, aun cuando algunas veces se hacía
temprano por las mañanas.
Cantaros
de barro (Lam. 4:2), se usaban para este trabajo, los que tienen a veces una o
dos asas.
Ha
sido una costumbre entre las mujeres siríacas, llevar el cántaro de agua en su
hombro, aunque algunas lo llevan sobre la cabeza. La mayoría de las mujeres
·árabes en Palestina lo llevan sobre su cabeza. La Escritura nos dice que
Rebeca llevaba su cántaro en el hombro (Gen. 24:15). El llevar un cántaro al
agua era costumbre universal de las mujeres. Debe haber sido un cuadro
pintoresco verlas ir y venir con su cántaro graciosamente puesto en su cabeza o
su hombro. Cuando Jesús dijo a dos de sus discípulos "Id a la ciudad y
os encontraréis un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidle" (Marc.
14:13), ese era un modo fácil de identificar a una persona, porque no es nada
común ver a un hombre llevar un cántaro con agua, porque esta es tarea de las
mujeres. Cuando grandes cantidades de agua se necesitan, los hombres usan
grandes sacos de piel de oveja o cabra para llevarla. Los cantaros se reservan
para uso de las mujeres.
No se
deja nada en el pozo que pueda servir para sacar agua de lo profundo. Cada una
de las mujeres que van a traer el agua además de Su cántaro, lleva una cubeta
de cuero y una soga, suficientemente larga para bajarla hasta el nivel del
agua. La mujer samaritana a quien Jesús encontró en el pozo de Jacob, había
traído todo esto, pero Jesús no tenía un equipo igual. De allí que ella le
dijera: "Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo" (Jn
4:11). En respuesta a su solicitud de que le diese de beber, ella la sacó del
pozo y la dio a él.